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El buen pastor nos cuida

Salmo 23

“El Señor es mi pastor, nada me puede faltar”
Salmo 23:1

El buen pastor nos cuida
Este hermoso salmo ofrece dos imágenes de Dios: la del buen pastor y la del generoso anfitrión. ambas reflejan la cercanía, la bondad y el cuidado de Dios, y se cumplen plenamente en Jesús.

Lee pausadamente el Salmo 23 y ora con él: siéntete como una oveja. ¿Qué confianza te inspira tener al Señor como tu pastor?, ¿qué significa para ti la hierba fresca y el agua tranquila que te ofrece?.

Completa las siguientes frasespara orar sobre distintos aspectos de tu vida:

  • Señor, me dejo guiar por tu senda y con confianza te entrego estas inquietudes……
  • Confiado/a en ti me siento libre para vivir, amar y gozar. Tu vara y tu bastón me dan seguridad en esta situación……
  • Me siento una oveja mimada por ti, buen pastor. Sé que me buscas y me amas, y deseo evitar esto que me aleja de ti……
  • Señor, de oveja me transformas en huésped. Quiero gozar con tus atenciones y cariño……

Gracias por ser mi anfitrión y recibirne en tu mesa. Gracias por el don de la Eucaristía, que me confirma que: «Tu bondad y tu gracia me acompañan a lo largo de mi vida».

Salmo de David
Salmo 23
El Señor es mi pastor
El Señor es mi pastor, nada me puede faltar.

El me hace descansar en verdes praderas, me conduce a las aguas tranquilas y repara mis fuerzas; me guía por el recto sendero, por amor de su Nombre.

Aunque cruce por oscuras quebradas, no temeré ningún mal, porque tú estás conmigo: tu vara y tu bastón me infunden confianza.

Tú preparas ante mí una mesa, frente a mis enemigos; unges con óleo mi cabeza y mi copa rebosa.

Tu bondad y tu gracia me acompañan a lo largo de mi vida; y habitaré en la Casa del Señor, por muy largo tiempo.

Todo sucede para el bien de los que aman a Dios

«Me acuesto en paz y en seguida me duermo,
porque sólo tú, Señor, aseguras mi descanso».
Salmo 4:9
Todo sucede para el bien de los que aman a Dios

Todo, venga de donde venga, el Señor lo cambia en bien. Todo, sea agradable o sea doloroso, e incluso trágico.

El mal puede venir de causas muy diversas: Maldad ajena, causas naturales, deterioro corporal, culpa personal, etc.

A Jesús le sobra sabiduría, poder y amor para sacar bien de cualquier mal. El bien espiritual, siempre. El bien temporal, si conviene, también.

El hombre de fe viva asume todos los sucesos como «oportunidades»:

  • para madurar en el seguimiento de Jesús,
  • para crecer en la confianza y abandono total en Dios,
  • para comprobar una vez más el amor que El nos tiene.

No te preguntes nunca «por qué» me sucede a mí estas cosas: Pregúntate siempre «para qué» o «qué espera Dios de mí» en tal caso.

Tú ama y confía ciegamente en El
y El hará lo demás para tu bien.

Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad

¡ Presente !

debo hacer tu voluntad.
Y eso deseo, Dios mío, tengo tu ley en mi interior.

Salmo 40:9
Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad

El Salmo 40 refleja la vida de Jesús. ¿Con qué frecuencia le dices: «Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad»?. Ora con el salmo que se presenta a continuación y después con el original. Por último escribe tu propio salmo: ¿cómo expresas a Dios tu disposición para hacer su voluntad?.

Aquí estamos, ¡ presente !
A seguir a Jesús venimos,
pues él nos mantiene unidos,
al tiempo que nos envía
a llevar por los caminos
su amor a quien se siente perdido.

Aquí estamos, ¡ presente !
Para renovar el mundo contigo
dar a los desdichados
alegría y esperanza, paz y cariño,
y ser testimonio vivo
de que sigues activo hoy día.

Aquí estamos, ¡ presente !
Hemos oído tu llamado
para forjarnos discípulos,
y que con nuestra vida toda
construyamos la historia,
según tus santos designios.

Aquí estamos, ¡ presente !
Dispuestos a continuar tu misión,
haz de nosotros profetas,
que llevemos por doquier,
la esperanza que los jóvenes
ansian tanto poseer.

Salmo 40

Providencia cariñosa

El Salmo 96
alaba a Dios al reconocer y alegrarse
con los cielos y la tierra como don suyo,
fruto de su poder y su bondad.
Providencia cariñosa

La creencia de la Pachamama, a quien los pueblos andinos identifican con el cuidado providente de Dios, refleja la sabiduría y la alegría de este salmo. Vivir conforma a Pachamama significa experimentar la relación vital con la tierra, mantener el equilibrio ecológico, practicar la bondad y la solidaridad fraterna, transmitir a otros la protección de Dios, y ver cada experiencia y momento de la vida como signo de su presencia.

Su fe en la Pachamama está integrada en un mestizaje profundo con sus tradiciones católicas. Una misionera boliviana ve en ella la raíz de su vocación religiosa, según narra:

«Soy mestiza, de origen quechua, nací en la región amazónica de Bolivia, que venera mucho a María. Dios empezó a llamarme el día de mi confirmación en que hubo lluvia, viento, frío, sol y arco iris, fenómenos naturales ligados a mi experiencia de la Pachamama, o relación vital entre la tierra y nosotros, que nos habla de Dios.

Esa vivencia me preparó para que, al conocer a religiosas de mi congregación, comprendiera lo que significa vivir en sus manos providentes al servicio del pueblo en la evangelización. Con la ayuda de Jesús opté por ser misionera y mi vida ha sido como este salmo, un continuo bendecir, adorar, gritar a las criaturas, comunicar la grandeza del Señor, contar a los pueblos sus maravillas, anunciar la salvación de Dios.

Los invito a hacer lo mismo, ¡Aleluya, aleluya!».

Nohemy Montaño MESST (Misionera Eucaristica de la Santisima Trinidad) .

La salvación está cerca

Los católicos

cantamos el Salmo 85 durante el Adviento,
la etapa de preparaciòn a la llegada del Salvador.

La salvación está cerca
Exclamamos junto con el salmista: «¿No vas a devolvernos la vida, para que tu pueblo se alegre en ti? Muéstranos, Señor, tu amor y danos tu salvación».

Afirmamos nuestra esperanza en el Mesías, unida al anhelo de paz, fidelidad, salvación y justicia, al proclamar que «la fidelidad surge de la tierra, y la justicia se asoma desde el cielo».

El mensaje profético de este salmo se cumple con la llegada de Jesús, nacido de la fidelidad radiante de María, quien surgió de la tierra, enviada como don del cielo por el gran amor de Dios hacia su pueblo.

¿Qué necesitas hacer en tu vida diaria para que surjan en ti el amor y la fidelidad, la justicia y la paz? ¿Puede darse esto si no das a la oración tiempo, silencio, atención y disponibilidad?.

Salmo 85: 10-11

Adviento
Tiempo de Preparación

Domingo 1º de Adviento

28 de noviembre 2010
«La salvación está cerca»
(Rom 13, 11)

Domingo 2º de Adviento

5 de diciembre del 2010
«Convertíos, porque está cerca el reino de los cielos»
(Mt 3, 2)

Domingo 3º de Adviento

12 de diciembre del 2010
«¿Eres tú el que ha de venir?»
(Mt 11, 3)

Domingo 4º de Adviento

19 de diciembre del 2010
«Dará a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús»
(Mt 1, 21)