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La Eucaristía es semilla de resurrección

Corpus Christi

Una de las fiestas más luminosas de nuestro pueblo.
Es el regalo que el mismo Jesús dejó a su comunidad en la despedida.
Es su testamento
La Eucaristía es semilla de resurrección

“El que coma de este pan vivirá para siempre”
Juan 6: 58

El evangelio de Juan no narra la institución de la eucaristía, pero invita a profundizar lo que su celebración significa para los discípulos.

La relación de la eucaristía con la resurrección es más explícita en el evangelio de Juan. Jesús proclama: «El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna, y yo lo resucitaré el último día» (Jn 6: 54).

El alimento que Jesús nos da al recibirlo en la eucaristía, es «pan de vida eterna» para la vida presente. Pero nos asegura, además, que esta vida permanece para siempre: «Este es el pan que ha bajado del cielo; no como el pan que comieron sus antepasados. Ellos murieron; pero el que coma de este pan, vivirá para siempre» (Jn 6: 58).

«Que mi vida interior, Señor, y mi caridad con el prójimo,
encuentren en la Comunión el verdadero alimento espiritual
»

La Eucaristía y el servicio humilde a la comunidad

«si yo, que soy el Maestro y el Señor,
les he lavado los pies, ustedes deben
hacer lo mismo unos con otros»

Juan 13: 14
La Eucaristía y el servicio humilde a la comunidad

Juan empieza el libro de la pasíon-gloria de Jesús con el relato de la Ultima Cena; en él presenta a Jesús lavando los pies a sus discípulos, en lugar de la institución de la Eucaristía como los evangelios sinópticos.

A partir de ahora, Juan narra los momentos de intimidad que Jesús, sabiendo «que le había llegado la hora», reserva en exclusiva para «los suyos». Se recomienda entrar a esta parte con la reverencia de quien es invitado a la despedida de un amigo que, habiendo llevado su amistad «hasta el final» está a punto de morir.

Los católicos celebramos el lavatorio de los pies el Jueves Santo, el cual inicia el Triduo Pascual y culmina el Domingo de Resurrección. Con este gesto, Jesús subraya que el servicio central en todos sus seguidores, es particularmente importante en los sacerdotes, quienes son ordenados para presidir la Eucaristía y estar al servicio de la comunidad de fe.

¡Qué vocación tan grande ser llamados al servicio en la vida sacerdotal y qué riesgo tan alto perder este ideal y suplirlo por la ambicion del poder y la separación de la comunidad para la que fue ordenado!

Juan 13: 1-17