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El amor transforma

El amor transforma

El amor transforma la vida y la llena de luz, alegría y paz. Y en este camino del amor, nunca debemos decir basta; porque caeríamos en el gran pecado de omisión: no avanzar todo lo que podíamos haberlo hecho, no hacer todo el bien que deberíamos haber hecho, habiéndonos quedado a mitad de camino de la meta a la cual Dios nos invitaba a llegar.

«A Dios no vamos caminando, sino amando. Caminamos, amando y en este camino del amor, si dices basta, ya estas perdido. No te detengas, avanza siempre, no vuelvas hacia atrás, no te desvíes. En este camino, el que no adelanta, retrocede»
San Agustín

Por eso, cada mañana toma tu vida con cariño y dite a ti mismo: Hoy comienzo el resto de mi vida. Hoy quiero sacar todo el odio que hay en mi corazón, porque sólo tengo tiempo para amar. Quiero amar a todos los que me rodean sin condiciones y sin excepciones, procurando hacerlos felices en la medida de mis posibilidades. Quizás deba corregir, llamar la atención, hablar o callar, pero todo lo haré con amor y por amor.

Sin amor estarás muerto por dentro
«Cuando se atrofia el amor, se paraliza la vida»
San Agustín

San Agustín

San Agustín

Oh glorioso San Agustín,
tu fuiste un hombre sensual
atormentado frecuentemente
por los apetitos y deseos naturales.

Pero supiste encontrar tu camino hacia Dios
por medio del fuerte deseo de vivir
una rica vida espiritual y plena de sentido.

Ayúdame a ver las cosas como tú enseñaste,
que Dios está presente en todos aquellos
que con buena voluntad le buscan
y en todos los que le aman como El nos ama.

Ayúdame a ver a través de mis deseos de Dios
y ayúdame a ver el amor de Dios en todos mis deseos.

Te pido San Agustín,
que me ayudes a encontrar a Dios en todo lo que veo.

Infunde en mi espíritu
con el deseo de conocer y amar a Dios con todo mi corazón.

Amén.

Obispo de Hipona y Doctor de la iglesia (354-430)
Uno de los cuatro doctores mas reconocidos de la Iglesia Latina.
Llamado «Doctor de la Gracia».

Fiesta: 28 de Agosto

Historia

San Agustin nació en Africa del Norte en 354. Su hermana llegó a ser abadesa de un convento y poco después de su muerte escribió una carta dirigida a su sucesora incluyendo consejos acerca de la futura dirección de la congregación. Esta carta llego a ser posteriormente la base para la “Regla de San Agustín”, en la cual es uno de los grandes fundadores de la vida religiosa.

Un día cuando San Agustín estaba en el jardín orando a Dios para que lo ayudara con la pureza, escuchó la voz de un niño cantándole: “Toma y lee; toma y lee”. Con ello, el se sintió inspirado a abrir su Biblia al azar, y leyó lo primero que llego a su vista: la carta de San Pablo a los Romanos capítulo 13:13-14: “nada de comilonas y borracheras; nada de lujurias y desenfrenos … revestíos más bien del Señor Jesucristo y no os preocupéis de la carne para satisfacer sus concupiscencias”. Este acontecimiento marcó su vida. Al año siguiente, 387, fue bautizado en la fe Católica.

Luego de la muerte de su madre regresó al Africa. El no deseaba otra cosa sino la vida de un monje. Un día fue a la ciudad de Hipona en Africa, y asistió a una misa. El Obispo, Valerio, quien vio a San Agustín allí y tuvo conocimiento de su reputación por su santidad, habló fervientemente sobre la necesidad de un sacerdote que lo asistiera. La congregación comenzó de esa manera a clamar por la ordenación de San Agustín. Luego dio lugar a su ordenación.

Cinco años después fue nombrado Obispo, y durante 34 años dirigió esta diócesis. Bbrindó generosamente su tiempo y su talento para las necesidades espirituales y temporales de su rebaño, muchos de los cuales eran gente sencilla e ignorante. El mismo escribió constantemente para refutar las enseñanzas de ese entonces, acudió a varios consejos de obispos en Africa y viajó mucho a fin de predicar el Evangelio. Pronto surgió como una figura destacada del Cristianismo.

San Agustín escribió mucho acerca de la función de la gracia en nuestra salvación, y más adelante obtuvo el título de doctor de la Iglesia especialmente debido a sus intervenciones con los Pelagianos. En esta línea, el mismo escribió mucho también acerca del pecado original y sus efectos, del bautismo de niños pequeños y de la predestinación. Fue un escritor prolífico, que escribió más de cien títulos separados.

“Tarde te amé, Oh Belleza siempre antigua, siempre nueva. Tarde te amé.
Tú me has llamado, y me has llamado insistentemente, y has suprimido mi sordera.
Tu has brillado con luz y has puesto mi ceguera a volar!
Tu has emanado fragancia, y me he quedado sin aliento, y he suspirado por ti.
Te he conocido, y he tenido hambre y sed de Ti.
Tú me has tocado, y he sido encendido por tu paz.”

San Agustín