Feliz Navidad
«En el Niño divino recién nacido, acostado en el pesebre,
se manifiesta nuestra salvación» Benedicto XVI |
«la Palabra se hizo carne y habitó entre nosotros» Juan 1:14 |
Quiso Dios entrar al mundo no por la puerta grande, como correpondería a un soberano real y poderoso, sino por la puerta de atrás, como corresponde al servidor que viene a entregar su vida en rescate de todos.
Contemplamos al Dios glorioso que viene a realizar la obra más grandiosa de todas. Se inicia de la manera más sencilla y humilde, pues está en las manos de aquel Niño que llora como cualquier bebé en los brazos de su madre, que lo acuna con amor, que lo cuida, que lo alimenta cariñosamente, que tiene sobre sí la mirada amorosa y tierna de su padre que está dispuesto a todo con tal de que Él y su madre María estén bien.
Y nosotros hemos visto su gloria, la gloria
que recibe del Padre como Hijo único,
lleno de gracia y de verdad»
Quiero, Señor, vivir siempre en tu Amor; e, iluminado y guiado por tus enseñanzas, caminar por la verdadera senda que marcan tus mandamientos, para que nunca tropiece, me desoriente, o me pierda, ni sufra por caminos oscuros, azarosos o endiablados.
Ayúdame a “saborear”, “sentir” y disfrutar de tus palabras: “a todos los que la recibieron, a los que creen en su Nombre, les dio el poder de llegar a ser hijos de Dios”.
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