Sé honesto con Dios
y contigo mismo. Si sufres, |
Es válido cuestionar a Dios |
Expresa tus sentimientos con libertad, incluyendo tu impaciencia, ira y desconcierto.
Dios es comprensivo y te conoce con amor.
Los sentimientos negativos reprimidos producen reacciones sicológicas y sociales peligrosas.
Tómate de la mano de Dios y dile con toda confianza: «Señor, te hablo en mi angustia, me quejo contigo, pues estoy lleno de amargura».
Job 7: 11
Acoge su luz y pide que te ayude a buscar a un consejero o una comunidad que te apoye.
Dios tiene muchos caminos para ayudarte.
Comentarios