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Dios de la paz y de la vida, ¡escúchanos!

Con frecuencia
se confía en la guerra

para resolver conflictos entre pueblos o grupos sociales,
aunque cause violencia y muerte.

Dios de la paz y de la vida,
¡ escúchanos !

Llamamos asesino a quien mata a una persona en la vida diaria, pero exaltamos como héroe a quien lo hace en la guerra.

¿Es esto coherente ante Dios?.

Incluso en la guerra Dios está cerca de la gente. Oremos por los pueblos y las personas que luchan en ellas:

Señor,
te pedimos que ilumines a las personas responsables
de resolver los conflictos entre naciones y grupos sociales,
para que usen medios que no causen destrucción y muerte.
Fortalece a quienes luchan para que respeten a los civiles
y no se destruyan ellos sicológicamente.
Acompaña a los que se pelean,
anímalos en sus frustraciones, apóyalos en su dolor
y hazlos sensibles ante amigos y enemigos.
Ayuda a quienes atienden a los lesionados,
para que lleven consuelo a los heridos
y tu paz a los moribundos.
Conforta y muestra tu providencia a los niños
que quedan huérfanos y a las mujeres viudas.
Impúlsanos a todos, jóvenes, adultos y niños
a colaborar para que reine la paz.
Amén.
2 Macabeos 11 1-11

¿Puede ser justa una guerra?

¿Crees que hay algo tan fuerte
que justifique una guerra?

Muchas guerras tienen su origen en la injusticia,
de ahí el lema:
¡Si quieres la paz, lucha por la justicia!

¿ Puede ser justa una guerra ?

Entre las enseñanzas de la Iglesia Católica sobre la guerra destacan las siguientes:

  • «Todo ciudadano y todo gobernante están obligados a empeñarse en evitar las guerras» y siempre es mejor la resistencia pacífica.
  • En ocasiones es legítimo defenderse militarmente, pero es «obligación desobedecer aquellas decisiones que ordenan genocidios«, o sea, el exterminio de un pueblo.
  • Podemos participar en una guerra si se ha hecho todo lo posible para evitarla; el daño causado por el agresor es grave y verdadero; se espera el éxito, y la violencia no ocasionará mayores males.
  • En tiempos de guerra, debemos hacer presente el evangelio de la vida y atender a los civiles, heridos y prisioneros de cualquier bando que sean.
  • Una persona o grupo social que se abstiene de participar en la guerra por razones de conciencia debe ser respetado por todos y servir a la comunidad de otra forma.
1 Macabeos 6

¿Quién es un héroe?

Todos podemos ser héroes

El llamado de Dios a amar y compadecerse de los demás
puede llevarnos a tomar riesgos
y a vencer el temor con valentía y fortaleza.

Te sorprenderá lo que puedes lograr en una situación extraordinaria.

¿Quién es un héroe?
Dios te ha dado todo lo necesario para hacer actos heroicos, pero un héroe o heroína no se improvisa; se prepara al realizar el deber de cada día con esfuerzo y valor, superando el deseo de quedarse en la comodidad.

La historia celebra a los héroes, hombres y mujeres que hicieron un bien significativo a los demás, realizaron actos valientes y asumieron grandes riesgos. Judas Macabeo es uno de estos héroes.

¿Somos nosotros capaces de heroísmo?

Quizás no se publique tu historia ni te levanten una estatua, pero sí puedes mejorar la vida de la gente. Son héroes a los ojos de Dios quienes llegan a la santidad, participan de su amor y lo comunican a los demás.

¡Dios te escogió para que seas héroe ante él!

Recuerda a Judas Macabeo y decide si prefieres vivir en la apatía de la cobardía o emprender acciones que te lleven a desarrollar tus talentos al servicio de los demás, aunque impliquen riesgos.

1 Macabeos 9: 9-22